Los castigos del Diablo

Otro cuento es que por ejemplo el diablo antes se aparecía mucho o la pareja cuando el esposo llegaba como rígido a pelear con la mujer, que a pegarle a la mujer, porque era que en ese tiempo la mujer era la escoba, eso la arrastraban, dicen, la arrastraban por allá, la cogían del cabello, eso la cogían como un trapero, la mujer no valía nada, y resulta que entonces el hombre iba con la intención, y resulta que por ahí iba llegando a la casa, y resulta que había una pequeña quebradita y había un puentecito y ezque el hombre vido fue un ataúd y el hombre se esmayó pero alcanzó a llegar a la casa y a lo que llegó, en la puerta de la casa ahí quedó privado porque iba con la mala intención pero entonces no le pudo hacer nada a la mujer porque llegó fue privado a la casa.

 

Código: CLTC 481N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Ventaquemada

Tipo de obra narrativa: Cuento

Informante:  Rosalía Porras de García

Edad informante: 80

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación:

 

 

Las luces

Bueno, hay otras cosas que por ejemplo cuando veían una luz anteriormente, todo esto contaba mi mamita, decían que cuando veían una luz habían tiempos de que, no sé si era en menguante, no sé, de pronto don Clímaco o aquí alguien se acuerda de cuando salía una luz y resulta que allí salió una luz por allí, allí en una cañada que era donde vivía don Aurelio Ñampira, y bajó una luz y mi mamita y otras hermanas las habían dejado por allá a recoger un poco de grano, que en ese tiempo trillaban el grano en eras y se pusieron a recoger el grano que eran habas y vieron una luz que bajaba por allá, por la cañada abajo, una luz pero resplandeciente, resplandeciente, y entonces esas chicas que tan pronto vieron la luz lo que hicieron fue meterse a la casa y no volver a mirar, y sí señor, ahí dizque iba el oro, porque era que más antes no tenía la gente donde… Como hoy en día que lleva la gente al banco a dejar la plata, entonces eso lo enterraban y en tiempos se esvolcanaba esa tierra y se llevaba el oro y eso se iba directamente a una quebrada y la quebrada se lo llevaba y eso llega al mar, yo creo que en el mar hay mucho oro, mucha cosa. Y así fue lo consiguiente. Y hay otros que decían que sí eran muy guapos, muy guapos verdaderamente, que cuando veían la luz decían: “¿Dios o el diablo?”, entonces ahí de pronto les podían decir dónde estaba la riqueza.

 

Código: CLTC 482N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Ventaquemada

Tipo de obra narrativa: Leyenda

Informante:  Rosalía Porras de García

Edad informante: 80

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación:

 

 

Don Virgilio y el Diablo

Como bien lo sabemos todos por aquí los que ya tenemos de siete años para arriba ya sabemos que en ese tiempo siempre se encontraba o se hablaba del demonio, entonces había un hombre que era muy enamorado, y yo recuerdo tanto que acá en este sitio, había una casa grande de bahareque, y era una tienda y en la tienda se vendía era guarapo, y en cada tienda siempre llegaban los músicos y entonces había un muchacho que llegó y se puso a tomar y era muy enamorado de todas las muchachas y resulta que salió de acá, como con ese pensamiento de que se iba a encontrar a una novia, a una muchacha, y salió a medianoche de aquí para allá y aquí en la esquinita donde hay una piedra había una mata de espino, entonces salió el muchacho con el mal pensamiento o no sé, y entonces se encontró con una señorita con unas enaguas rojas y con unas enaguas blancas más largas, así toda elegante y todo eso, y le habló y le dijo: “Hola, don Virgilio, qué más”.

Y bueno se enamoró de él y el muchacho también se enamoró de ella, y se pusieron a hablar y se fueron ahí para abajo, y abajo donde llamamos la Esquina de los Malagones, el muchacho pues como todo católico, sea enamorado o sea como sea, siempre llevaba su camándula en el cuello. Entonces la señorita le dice: “Uy, mire don Virgilio, yo lo quisiera más y más pero si se quita esas pepas del cuello”, bueno el muchacho como estaba enamorado de la muchacha pues se quitó las pepitas o sea el rosario que llevaba en el cuello, se los quitó y las botó e inmediatamente la señorita fue y lo agarró y lo arrastró por allá en una loma, por allá frente a donde asisto yo por allá ezque fue y lo llevó y en una roca lo enredó y el diablo dicen quizque gruñe muy feo, no lo he oído, y entonces había unas viejitas bien al fondo, abajo, las llamaban las rezanderas, rezaban mucho el rosario, cantaban mucho al santo, entonces cuando escucharon el gruñido del diablo salieron unas dos viejitas y dijeron: “Santo Dios, santo fuerte, santo inmortal. Santo Dios, santo fuerte, santo inmortal, libra a ese señor, libra a ese señor”, y ya como eran las cinco de la mañana pues ya salió el sol y el diablo escuchó todo eso entonces se desapareció. Ya entonces cuando los vecinos escucharon todo eso, salieron a mirar, salieron arriba a la loma y al señor, don tal Virgilio lo habían arrumado a una mata de choco que tiene cualquier cantidad de espinas bien gruesas y muy delicadas, ahí lo tenía enredado y lo favorecieron las viejitas que cantaban el santo.

 

Código: CLTC 483N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Ventaquemada

Tipo de obra narrativa: Leyenda

Informante:  Rosalía Porras de García

Edad informante: 80

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación:

 

 

Mi vieja

Remendar chanchiros no es tan jamoso como yo pensaba
siempre es que hace jalta la jedionda vieja que me acompañaba,
no sé cómo diablos se las ingeniaba,
pero los remiendos no se le notaban.

Tocará llenarme a punta de sorbito,
porque comida yo no pienso hacer.
¡Ole!, ¿y si hago un cuchuco?, ¡no! Qué pereza,
hasta pelar la papa, tener que moler
yora que esa candela no me quiere arder
¡jmm! A soplar, carajo, y con estos alientos
cuándo ha de ser quel sorbo no me ha de mantener.

Y todo por esa china tan linda,
la mujer más güena que yo haya mirado
con su cara limpia como el agua la emana
y su pelo largo bien desenredado.

Que me dieron ganas de hacerle la charla,
que me dieron ganas de estar a su lado,
y entre charla y charla me fui engomando
y no me di cuenta que en la misma tienda
estaba mi vieja haciendo el mercado.

Y llego a la casa, Diosito del cielo,
y se me forma qué jurrusconón.
¡Mija! Atisbe la olla, que es que
las tripas me chillan del mismo hambrerón,
y se va parando como el mismo diablo
y me agarra a palo con el cucharón,
y sin más ni menos me sentó el sermón:

¡Ah! ¿Ahí si viene todo esgalamido?,
Andrajo de los diablos, sin vergüenza, infeliz,
¡ah! Ahora sí, como a yo me tiene esclava del jogón
indio sin vergüenza, panzón, chanchiriento,
andrajo de los diablos, chaparro injeliz.

Ahí le queda su huerta, toda su chanchirera,
porque yo me voy con mis dos chinitos,
no quero quellos me vean sufrir.

Desde entonces me he quedado solo,
ver por la vaquita, por la sementera,
remendar chanchiros y hacer de comer.

Yo hora sí echo de menos la que tanto me quería,
la mujer más buena, cariñosa y fiel
la que se esmeraba por todos sus cuidados,
porque se esmeraba porque yo estuviera bien.

A yo no me importa que tenga las patas de chulo,
que su cara no sea limpia como el agua la mana
o que su pelo sea el mismo nido del ratón.

A yo no me importa, con tal de que vuelva.
Que vuelva mi vieja querida, le pido perdón,
con tal de que vuelva a juntar sus pajitas del nido de amor.

 

Código: CLTC 484N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Ventaquemada

Tipo de obra narrativa: Canción narrativa

Informante:  Flor María Ruiz

Edad informante: 55

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación:

 

 

El silencio de la novia

Por allá cuando unos novios fueron a casarse, entonces el padre le preguntó, el novio a la novia, le dijo, le preguntaba: y, ¿don Sergio si quiere a doña Romelia?, y la novia no contestaba nada, nada, no contestaba nada, no hallaba qué hacer. Entonces como el novio se le saltó la piedra, porque el padre pregunte y pregunte a ver, pero, ¿sí recibe por esposo a don Sergio?, y no le contestaba, entonces el novio le dio cólera y le dijo: diga que sí, mijita, ¿cómo pa’ comer pan y majato jí?

 

Código: CLTC 485N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Ventaquemada

Tipo de obra narrativa: Cuento

Informante:  Rosalía Porras de García

Edad informante: 80

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación:

 

 

La novia y su guarapo

Mi abuela me contaba un cuento que anteriormente, el novio pasaba por el lado de la novia, en la casa, entonces la novia lo llamó y le dijo: venga, ¿quiere guarapito? Y él le dijo: bueno, está bien. Y se tomó una totumada, luego le dijo: ¿quiere otra totumada de guarapo?, entonces el novio le dijo: bueno, ¿y por qué me da tanto guarapo hoy?, si siempre que paso nunca me da guarapo. Entonces que no, lo que pasa es que al barril se cayó un ratón, entonces me daba pesar botarlo… (risas), entonces el novio le dijo: ¡ay! No, voy a romper esta totuma, por qué fue así, me daba guarapo lleno de ratón, y la novia le dice: no, no, mijito, no, mi amor, no porque en esa es que orina mi mamacita

 

Código: CLTC 486N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Ventaquemada

Tipo de obra narrativa: Cuento

Informante:  Amparo Reina

Edad informante: 40

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación:

 

 

La flaqueza del cura

Una vez a un paisano se le murió el perrito, lo amaba tanto que se fue donde el cura para que le hiciera una misita al perro, imagínese usted que llega a una iglesia con un perro muerto, y el cura se puso más bravo y dijo: no, pero respete que usted está en la casa del señor, hombre, respete, cómo se le ocurre venir a traerme un perro a que yo le haga una misa, eso es para la gente, cómo se le ocurre. Entonces el señor dijo: entonces será invertir los cien mil pesitos en otra cosa, lo que yo iba a invertir para la misa del perrito, pero tocó en otra cosa, entonces el cura le dijo: oiga, venga, venga, venga, ¿usted por qué no me dijo que el perro era cristiano?

 

Código: CLTC 487N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Ventaquemada

Tipo de obra narrativa: Cuento

Informante:  José Moreno

Edad informante: 50

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación:

 

 

La ancianita

Estaban en clase de urbanidad y la maestra les había colocado a unos niños que hicieran una obra de caridad y que la trajeran como tarea el día siguiente. Entonces dijo: no se les olvide que todos deben traerme una obra de caridad y al día siguiente me la van a describir. Fueron los chinos, llegaron al otro día, bueno, vamos a ver: Martica, su obra de caridad: – yo le ayudé a una ancianita a pasar la calle. Muy buena, esa es una muy bonita obra de caridad. A ver, Jorgito, sumercé: – Yo ayudé a una ancianita a pasar la calle; bueno, bueno se le vale, muy bien. A ver, Marquitos, su obra de caridad: – yo ayudé a una ancianita a pasar la calle; bueno está bien, está bien. Gustavito, sumercé qué: – Yo ayudé a una ancianita a pasar la calle. ¿Todo el curso ayudando a una ancianita a pasar la calle? Era que ella no se quería dejar, profesora.

 

Código: CLTC 488N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Ventaquemada

Tipo de obra narrativa: Cuento

Informante:  José Moreno

Edad informante: 50

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación:

 

 

Las matemáticas

Estaban en clase de matemáticas y la maestra dice: bueno, vamos a hacer un ejercicio. Si su mamita tiene en un bolsillo del pantalón 50 mil pesos, y en el otro bolsillo del pantalón tiene 60 mil pesos, ¿qué tiene su mamita? El chinito se queda pensando y le dice: pues tiene mozo, porque mi papá nunca le da plata.

 

Código: CLTC 489N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Ventaquemada

Tipo de obra narrativa: Cuento

Informante:  José Moreno

Edad informante: 50

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación:

 

 

El puente

¿Todos se acuerdan de cuándo fue la batalla de Boyacá? Un 7 de agosto, el 7 de agosto. Esa batalla iba a ser un 5 de agosto, resulta que todo corrió por una mala orden que dio mi general Bolívar, cuando el general Bolívar, cuando los españoles estaban allá en la, en el puente de Boyacá, los tenían rodeados y dice: soldados boyacacunos, ¿por qué reuyís?, ¿no ves que la patria os menesta?, formaos a puchos de uno detrás del otro. Ya los tenían a los españoles ya que no daban espera y el general dice: soldados boyacacunos: ¡a tomarsen el puente! Y se quedó hablando solo porque volvieron el lunes… Se tomaron el puente.

 

Código: CLTC 490N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Ventaquemada

Tipo de obra narrativa: Cuento

Informante:  José Moreno

Edad informante: 50

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación: