Las mentiras

Y horita que tamos solos
vamos a contar mentiras,
horita que tamos solos
vamos a contar mentiras
yo vide volar un güey
y arar unas golondrinas.

Si vos vites ese buey
y arar unas golondrinas,
yo tamién vide una zorra,
juyéndole a las gallinas.

Pus si vos vites esa zorra,
yo también vide un conejo
enlazando cien novillos
con una cuarta de rejo.

Si vos vites el conejo
yo tamién vide un venado
corriendo tras de los perros
y ah feroz pa’ condenado.

Si vos vistes el venado
yo tamién vide una araña,
con su jacha y su machete
derribando una montaña.

Si vos vistes esa araña
yo también vide una hormiga,
arrastrándose una viga
por una subida arriba.

Pus si vos vistes esa hormiga
yo tamién vide una guala,
colando su mazamorra
en una mochila rala.

Si vos vistes esa guala
yo vide un ciego leyendo,
un mudo que echaba cantas
y otro mudo repitiendo.

Si eso jue lo que vos vites,
hágame el javor de oír:
que anoche a la medianoche
el sol empezó a salir.

Si viste salir el sol
anoche a la medianoche,
yo vide una mirla ayer
encaramada en un toche.

Pus si vos vistes esa mirla
yo vide una mata e’ máiz,
sembrada por el cogollo
y granada por la ráiz.

Si vistes la mata e’ máiz
yo me vide jue un trigal,
que se trillaba solito
y se metía en el costal.

Eso no es nada, yo vide
una matica de ají,
que daba unas calabazas,
como de este porte así.

Si vistes esa de ají
yo vide una mata e’ rosa,
con granadillas colgando
y qué matica más curiosa.

Pus si vistes la mata e’ rosa
yo tamièn vide una zancudo
que de lo gordo que taba
quiso volar y no pudo.

Si vistes ese zancudo
y pa que no eche carreta,
vide ordeñar una vaca
que le faltaban las tetas.

Si vos vistes esa vaca
yo tamién vide un ternero
más lanao que un marrano
y más trompón que un cordero

Si vos vites el ternero
yo también vide un caballo,
enlazando su jinete
y ladrando como un gallo.

Si vites ese caballo
yo también vide una ardilla,
parada junto al caballo
y alcanzándole la silla.

Si vos vistes esa ardilla
ahí le voy con otra mía:
yo vide el agua correr
por una quebrada arriba.

Eso no es nada, yo vide
un machete echando bala,
un revolver de afilar
y una barbera que hablaba.

Pa’ eso yo tamién vide
esquilar unas ovejas,
con un azadón sin palo
y quedaban bien parejas.

Tampoco es nada, hombre, yo vide
una pulga con paperas,
un piojo que andaba cojo
y una mosca con agriegas.

Para eso yo también vide
llorar una garrapata,
un cucarrón muerto e’ risa
y un toro que era una vaca,
un chulo de color rojo,
una paloma preñada,
y una casa sin paredes,
sin puertas y sin ventanas.

Tampoco es nada, yo vide:
un ratón corriendo un gato,
un ciempiés con una pata,
una ruana sin gollete,
una esquina enderezada,
un corcho de puro plomo,
una piedra que jlotaba,
y como si fuera poco:
una bolita cuadrada.

Pos si vos vites lo que vites
y yo vide lo que vide,
por hoy dejémoslo asina
pa’ que no se nos olvide.

 

Código: CLTC 630N

Año de recolección: 1983

Departamento: Boyacá

Municipio: Ráquira

Tipo de obra narrativa: Canción narrativa

Informante:  Jorge Velosa

Edad informante:

Recolector:

Fuente: Audio

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Año de publicación:

 

 

Me gusta cantarle al viento

Me gusta cantarle al viento,
porque vuelan mis cantares,
yo aquí vine, porque vine
a la feria de las flores,
no hay cerro que se me empine,
ni guapo que se me atore,
en mi caballo, retinto,
he venido de muy lejos,
y traigo mis coracitos,
y con ellos doy consejos,
atravesar la montaña,
donde hay una rosa huraña,
aquí hay una rosa huraña
que es la flor de mis amores
si alguno quiera cortarla
que me avise primero
si alguno quiere arrancarlo
en cuando sea el jardinero.

 

Código: CLTC 524N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Villa de Leyva

Tipo de obra narrativa: Canción narrativa

Informante:  Don José Ignacio Gil

Edad informante:

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

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Año de publicación:

 

 

José Resurrección

Soy José Resurrección
soy de apelativo es Ramos
toy pa servirle a mis amos
con toda satijasción.

Yo no supe onde nací:
pasque jue en Sutapelao,
y después que tube criao
me trujeron pa Monguí.

Mi agüelo era Luis Moncó,
y dicen que era de Sora,
y mi mamita señora
creigo que era de Sopó.

Murieron en Usaquén
en el año e la viruela:
¡ah! humanidá de mi agüela
y de mi agüelo también.

A mi mamita endespués
que estaba tocando gaita
y le convendría tal vez.

Mi taita le dijo “adiós”,
ella se rió con susto
y como jue de su gusto
se casaron ambos dos.

La jamilia les rindió;
pus tuvieron al contao,
a yo, a mano Tanislao
después mana Blasina
endespués la Serajina,
Y el Zute que fue el menor.

Mi taita sería muy alcanzao,
pa ver de dar el bocao
a toda la cristiandá.
Porque sabía trabajar
porque era güen clarinero,
y con un buen tamborero
eso era de no vagar.

Que la jiestas en Monguí,
que ya pa Viracachá
que ya pa Leyva o pa Suta,
ora las jiestas en Tuta,
ora las de Tibaná.

Onde quera Valentín
tocaba, ya se sabía.
Clarín de noche y de día
sin que jaltara clarín.

Pero después sucedió
que empezó a dolerle un codo
se puso a tomar guarapo,
el romatís lo fregó.

Cuando vieron que crecí
me rejiaban que ni un Cristo,
y yo me puse temisto
y del rancho me juyí.

Tres días duré entre un maizal
de mi padrino Juan Criollo,
durmiendo entriun matorral,
mascando solo cogollo.

Cuando yo eché a percibir
que me estaban persiguiendo,
derecho sajé corriendo
y a Velez juí a resollar.

Apenitas que llegué
me fui derecho al convento,
y con el cura al momento
mi trabajo contraté.

Me pusieron a cargar
las aguas pa la cocina,
a limpiar una letrina,
a barrer y a desyerbar.

Asina serví al patrón
tres años de correndilla,
mientras que una condenilla
miso caer en tentación.

La tal se llamaba Paz,
y comenzó con sus chanzas,
sus risas y jreganzas
que yo ya no podía más.

Le decía: “Mire que no te chanciés
mire que la malicean
si acatará cómo no”,
entón me daban un codazo,
y me echaba to su grueso
sobre el pescuezo de yo
y hasta un rial me regaló.

Yo le decía:
“Mire que no te chanciés
mira que la china avisa”;
y eso sí allá lo verés.

Asina jué: mi patrón
un día nos vio chanciándonos,
todo jué vernos echarnos
y se acabó la junción.

“Vení, José (me dijo),
¿por qué haces eso?,
¿con que abrazos de pescuezo…?
lárgate horita de aquí.

Yo le dije: “mi amo dotor,
en eso no tengo culpa,
se lo prometo señor.”

Pero no me quiso oyir
y me rrempujó pa juera,
yo me tercié mi morral
y me tuve que venir.

La revolución jirvió
el alcalde con machete,
me echó mano del gollete,
y a la cárcel me envocó.

A yo y al viejo Manuel
nos trajieron ajuntaos
nos metieron al cuartél.
cuando la recluta entró
vino un cabo primero
y al contao me motiló.

Me dieron calzones, fusiles y bayoneta,
y un trisito de chaqueta
que no tapaba el cuadril.

Aprendimos a trotar
de palante y de pa trás
yo mientras salía la gente,
pedí permiso al teniente
pa ir a la calle rial.

Iba por satisfacer
toito lo que debía
un rial onde misiá Pía,
sietimedio onde el Manuel,
cuatro a la niña Nazaria
tres al hermano Sequiel
y se acabó la junción.

Luego onde mano Sequiel
merqué medio de panela,
una mitá de panela
y me juí para el cuartel.

Apenitas que llegué el capitán
a punta de jurgonazos,
me metió en la jormación.

Soy José Resurricción
y mi apelativo es Ramos
toy pa servirle a mis amos
con toda satifasción.

 

Código: CLTC 510N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Villa de Leyva

Tipo de obra narrativa: Canción narrativa

Informante:  Doña Elvia Casallas

Edad informante:

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación:

 

 

Una sola puerta

Una sola puerta da paso al olvido
y a la remembranza;
puerta de oficina que el teclear monótono
da paso al cauce seco de la calle vacía.
Un roído estante con sabor a escuela
(el abecedario los destinos marca)
es para el que pasa de ilusión promesa
porque cada sobre guarda una esperanza.

Un campesino en la puerta aguarda
a que se aquiete y no salte en el pecho
éso que él no sabe, si es músculo o alma.

Tímido y valiente de su boca escapa:
“¿Pa Oliverio Montes haberá una carta…?”.
Revuelan -pichones implumes- la señorita
Ve con la fuerza que las dos manos empujando abren.

Hace tiempos que viene al correo
con la misma anngustia pintada en la cara:
y al saber que por hombre no llora
y al ver esa angustia pintada en su cara,
a la señorita se le rompe el alma.

Conoce su historia,
la ha escuchado a trozos semana a semana;
cada vez que él viene, dejando
su historia deshecha y vacía.
Cuatro hijos que fueron dejando la casa,
la parcela alegre que les dio sus pechos
de nodriza negra, cariñosa y santa.
Mas fueron ingratos
y ninguno quiso volver a la casa;
ni mandar un mensaje a los viejos
para que supieran de su estrella clara.

A la vieja la invadió la pena
y hoy frente a la muerte inclemente llama.
La casa en que nacieron
se volvió una tumba mudosa y opaca.
Al viejo se le blanqueó la cabeza y la barba
De uvas maduras le cercó los ojos,
Pa que no siguieron pegados al surco,
Y que fueran señores mañana…
Y lo fueron: son hombres de fama.
Dos son médicos y abogado hay uno
el otro es ingeniero. ¡Son hombres de fama!
Pero pobrecitos son dignos de lástima….!
Se olvidaron del campo, su cuna,
con esfuerzo digno de una buena causa;
se olvidaron de los árboles que ellos sembraron
y que dieron frutos para nuevas plantas;
del agua que vieron subir en vapor
y caer en forma de lluvia o escarcha;
de los potreros en donde corrían
cerreros muletos en pelo o al anca,
los guardias fieles, sus perros de caza;
los gallos de riña orgullos del taita.

Se olvidaron del viejo labriego
de la pobre viejita desesperanzada.
Pobrecitos son dignos de lástima….!
“Señorita , vusté que es tan léida
hágame una carta
Yo solo me aguanto,
pero es que la probe desta ya no pasa,
y yo quiero mandarle un mensaje
mas que sea engañándola.
Ya otras veces lo he hecho
pa’ que el abandono no me la matara,
pero ésta es la última, orita si muere…
ya nadien la puede sacar de la cama.
Que le diga que ellos tan muy ocupaos
y que los perdone por tanta tardanza;
que ya pronto vienen, que se ponga buena
pa éllos llevarla.

En un océano de lágrimas los ojos naufragan,
y es escasa la cárcel del pecho
pa esto que crece y que se anuda en la garganta
y que no sabemos si es músculo o alma.

 

Código: CLTC 511N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Villa de Leyva

Tipo de obra narrativa: Canción narrativa

Informante:  Doña Elvia Casallas

Edad informante:

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación:

 

 

Mi vieja

Remendar chanchiros no es tan jamoso como yo pensaba
siempre es que hace jalta la jedionda vieja que me acompañaba,
no sé cómo diablos se las ingeniaba,
pero los remiendos no se le notaban.

Tocará llenarme a punta de sorbito,
porque comida yo no pienso hacer.
¡Ole!, ¿y si hago un cuchuco?, ¡no! Qué pereza,
hasta pelar la papa, tener que moler
yora que esa candela no me quiere arder
¡jmm! A soplar, carajo, y con estos alientos
cuándo ha de ser quel sorbo no me ha de mantener.

Y todo por esa china tan linda,
la mujer más güena que yo haya mirado
con su cara limpia como el agua la emana
y su pelo largo bien desenredado.

Que me dieron ganas de hacerle la charla,
que me dieron ganas de estar a su lado,
y entre charla y charla me fui engomando
y no me di cuenta que en la misma tienda
estaba mi vieja haciendo el mercado.

Y llego a la casa, Diosito del cielo,
y se me forma qué jurrusconón.
¡Mija! Atisbe la olla, que es que
las tripas me chillan del mismo hambrerón,
y se va parando como el mismo diablo
y me agarra a palo con el cucharón,
y sin más ni menos me sentó el sermón:

¡Ah! ¿Ahí si viene todo esgalamido?,
Andrajo de los diablos, sin vergüenza, infeliz,
¡ah! Ahora sí, como a yo me tiene esclava del jogón
indio sin vergüenza, panzón, chanchiriento,
andrajo de los diablos, chaparro injeliz.

Ahí le queda su huerta, toda su chanchirera,
porque yo me voy con mis dos chinitos,
no quero quellos me vean sufrir.

Desde entonces me he quedado solo,
ver por la vaquita, por la sementera,
remendar chanchiros y hacer de comer.

Yo hora sí echo de menos la que tanto me quería,
la mujer más buena, cariñosa y fiel
la que se esmeraba por todos sus cuidados,
porque se esmeraba porque yo estuviera bien.

A yo no me importa que tenga las patas de chulo,
que su cara no sea limpia como el agua la mana
o que su pelo sea el mismo nido del ratón.

A yo no me importa, con tal de que vuelva.
Que vuelva mi vieja querida, le pido perdón,
con tal de que vuelva a juntar sus pajitas del nido de amor.

 

Código: CLTC 484N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Ventaquemada

Tipo de obra narrativa: Canción narrativa

Informante:  Flor María Ruiz

Edad informante: 55

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación:

 

 

Un día en el campo

Se escucha en el gallinero el dulce cantar del gallo,
el mugido de la vaca, el relinchar del caballo,
millones de pajaritos cantando con alegría
dándole gracias a Dios por darnos un nuevo día.

La patrona en la cocina preparando el chocolate
asando las arepitas temprano a desayunar
unos salen pal trabajo, los muchachos a estudiar
y el patrón allá en el patio el azadón a afilar.

Vamos a ordeñar la vaca, a remudar las ovejas,
la abuelita aunque cansada, canosa, arrugada y vieja,
ahí está frente a sus hijos, de sus nietas, de sus nietos
ejemplo de nuestra gente, valor de nuestros ancestros.

Mija, empáqueme el guarapo que me voy para el sembrado,
yo voy a enjalmar el burro para llevar el arado,
pa sembrar los dos maicitos con el compadre Genaro
y a recibir los obreros que ya tengo convidaos.

Todo se vuelve alegría por veredas y caminos
cada uno con un deber para labrar su destino,
gracias mi Dios poderoso por hacerme campesino
tengo un corazón muy limpio pa mi familia y vecinos.

Comienza a pasar el día, que el almuerzo que el desayuno
a recargar energías para seguir trabajando,
recogiendo la cosecha otros tan por ahí sembrando
entre chiste, canto y coplas el día se va pasando.

Y ya por la tardecita vamos de regreso al rancho,
donde hallamos el calor de la esposa y los hijitos,
un sancocho bien caliente, un abrazo, un besito,
más tarde pa la camita a dormir arrunchaditos.

 

Código: CLTC 465N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Turmequé

Tipo de obra narrativa: Canción narrativa

Informante:  José Mesías Cortés

Edad informante: 50

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación:

 

 

Necesito comprar para poder vivir

Necesito comprar para poder vivir
esta horrible inflación
no me deja vivir
no más entre semana
suben diez veces la vida
quedando las promesas
que nos hizo un señor,
y no podré mercar
y no podré mercar,
más bien me voy de aquí
más bien me voy de aquí
si no me muero de hambre
me voy pa Medellín
la situa se fregó
la situa se fregó
cada día está peor
cada día está peor
cada vez el gobierno
siempre nos mete un gol
siempre recordaré,
esos frijoles verdes
que guardan el color
que los lagartos tienen
a veces yo quisiera mercar por toneladas
con las tripas peladas
ya tengo el ardor
no aguanto más aquí la terrible inflación
doctor, yo estoy así, parezco una lombriz
el mercado se acabó
tal vez tú extrañarás
por qué no lo invité
a comer coles verdes con tamales: no hay.

 

Código: CLTC 467N

Año de recolección: 2018

Departamento: Boyacá

Municipio: Ventaquemada

Tipo de obra narrativa: Canción narrativa

Informante:  Amparo Reina

Edad informante: 40

Recolector: Adrián Freja

Fuente: Trabajo de campo sin publicar

Título de la publicación:

Año de publicación: