Se levanta un Corderillo
la mañana de un San Juan
a darle agua a su caballo
en las orillas del mar.
Mientras el caballo bebe
Corderillo está cantando;
pasajeros navegantes
que lo estaban escuchando.
La madre dice a su hija:
–Levántate, no durmás,
vení, oí la sirena
qué lindo canta en la mar.
–Madre, ese no es la sirena
ni tampoco su cantar.
Madre, ese es el Corderillo
y con él me he de casar.
–No te casarás, no, mi hija,
yo lo mandaré matar.
–Madre, si usté mata al conde
yo viva no he de quedar.
–Maten uno, maten dos,
maten ambos a la par.–
Del uno salió la iglesia,
del otro un bizarro altar.
De la sangre que vertían
nació un verde naranjal.Notas de Fraile Gil: Las largas vigilias nocturnas denominadas velorios fueron de tres tipos en estas tierras colombianas: el velorio de muerto, celebrado en la casa del difunto; el de niño ogualí, en los entierros infantiles; y el denominado de santo, para acompañar a la parida en su primera noche de maternidad o como promesa a un santo determinado. Para animar la reunión y no caer en las redes del sueño, los asistentes cantaban tres tipos de géneros poéticos: romances, muchos –como este– de origen hispánico; alabaos (composiciones que se entonan en forma responsorial que deben su nombre a la jaculatoria inicial de Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento… con que solían comenzar) y las salves, de carácter plenamente religioso.
Código: CLTC 167N
Año de recolección: 1959
Departamento: Chocó
Municipio: Baudó
Tipo de obra narrativa: Romance
Informante: Francia Oliva Vega
Edad informante:
Recolector: Andrés Pardo Tovar
Fuente: Libro
Título de la publicación: Los cantares tradicionales del Baudó
Año de publicación: 1960