—Señor cura: le pido por amor de Dios que diga tres misas lo más pronto que pueda por el alma de María Luisa N. Desgraciadamente no traje dinero para pagar los derechos, pero si Ud. es tan bondadoso, podría enviar luego la cuenta a mi casa. Tenga la bondad de anotar mi dirección.

Así hablaba en la rectoría de una parroquia bogotana una señorita de porte distinguido, arrebujada en finísima mantilla española. En sus palabras había tal poder de convicción y tal ademán de ruego que el señor cura le respondió bondadosamente:

—Tengo mucho gusto, señorita; no se preocupe por los derechos del arancel, pues desde mañana comenzaré a decirlas y ¿por qué intención?

—Ya le dije, señor cura, por el alma de María Luisa N.

El párroco anotó en su libro la dirección y el nombre de la beneficiaría de las tres misas.

* * *

Pasaron varias semanas y nadie volvió a donde el complaciente sacerdote. Un día, al revisar sus apuntes encontró el de la devota dama de las tres misas. Anotó la dirección y esa tarde golpeó en la casa del apunte.

Un señor muy amable lo hizo pasar al salón de recibo.

—Usted me perdonará, caballero, mi venida, que es ocasionada por la petición de una señorita que hace unos meses estuvo en el despacho parroquial a solicitarme que dijera tres misas. Como dijo que no llevaba dinero, me indicó que en esta casa pagarían los derechos y ella misma me hizo tomar la dirección de esta casa.

—Es extraño, señor cura, porque aquí no vive ninguna señorita, replicó el señor visitado. Entonces el sacerdote, medio amostazado y dando excusas se levantó, se despidió y se dispuso a salir. Pero en esos momentos sus ojos se posaron en un retrato que había en la pared frontera. Extendiendo su brazo para mostrarlo dijo:

—¡Es ella! Ella fue la que estuvo en mi despacho

— ¿Cómo? ¿Ella?

— ¡Sí señor, la misma!—

—Pero señor cura, ella era mi hermana, que murió hace como veinte años y se llamaba María Luisa.

—Exactamente, sí señor, ¡Ella fue la que estuvo en mi despacho, la que asistió diariamente a las tres misas y quien me pidió que dijera las tres misas por el alma de María Luisa!

 

Código: CLTC 598N

Año de recolección: 1980

Departamento: Cundinamarca

Municipio: Fómeque

Tipo de obra narrativa: Cuento

Informante: 

Edad informante:

Recolector: José Antonio León Rey

Fuente: Libro

Título de la publicación: Cuento popular andino

Año de publicación: 1985

 

 

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