Este era un señor casado con una mujé, tuvieron viviendo, tuvieron viviendo, hasta que llegaron a tener dos hijos. Un buen día se les acabó la comida, había pan, pero no había presa. El señor cogió su escopeta y se jue a cazar al monte, como hacen todos los de la costa. En el campo salió y nada, no incontraba ni mariposas volando. Volvía a la casa, llegaban los hijos: papá, tengo hambre. La señora decía: yo también tengo hambre. Pero si yo me jui a cazar y no conseguí nada. Al otro día se iba otra vez con su escopeta, y camine, camine, camine, camine, camine, camine monte a dentro; camine todas las montañas y nada. No encontraba ni mariposas, ni lagartos, pue ni lagartín. Otra vez se venía pa’ la casa, todo triste, cansado y los hijos: papá, tenemos hambre, nos vamos a morir del hambre. La mujé también: yo tengo mucha hambre. Pero yo qué hago si voy a cazar y no encuentro nada.
Al otro día otra vez se iba camine, caminaba más lento, camina andar, entre más caminaba parecía que no caminaba y andando iba y se iba y se entraba en la montaña y nada, vuelve todo aburrido. Se venía la mujé: que vos no encontraste, estos niños están muertos de hambre, qué les damos. Pero mujé, si yo no encuentro nada qué hago. Hasta que el otro día dijo: hoy, si encuentro a mi madre, a mi madre le tiro. Se jue pa’ l monte camine, camine, camine, camine, camine; sube cuchilla, baja cuchilla, sube montaña baja montaña, y caramba no venía nada, nada y se regresó. Ya venía cansado cuando tututuuttututtuuuuu sale una perdiz: ay, esta es la suerte, coge, arregla la escopeta y cuando le va a pegar, en esa el animal:
¡Ay! Apuntame bien, ay apuntame bien claren quen, claren quen, que a tu madre bien cun, cun, cun.
Él estaba aterrado, pero el hambre era más dura y la necesidad y los hijos llorando y la mujé; pun, pun cayó el animal ahí, cuando lo va a alzar le dice:
¡Ay! Apañame bien, ay apañame bien, claren quen, claren quen, que a tu madre bien cun, cun, cun.Pero cristiano, Dios mío, qué es que yo he hecho; pero en todo caso mis hijos están muertos de hambre y yo también, yo me la llevo. Cuando la iba a cargar: ¡Ay! Cargame bien, ay cargame bien. Claren quen, claren quen, que a tu madre bien cun, cun, cun.
Ay, Dios mío, yo qué es lo que he hecho. Pero como él había dicho que si a su madre se encontraba, a su madre le tiraba, entonces la lleva y la pone en la cocina. Cuando le dice: mujé ahí está la perdiz. Y cuando la señora la iba a coger:
¡Ay! Cogeme bien, ay cogeme bien, claren quen, claren quen, que a tu madre bien cun, cun, cun.¡Ay, no! Yo ese animal no lo toco, como es que un animal después de muerto tiene que estar hablando. Ese no puede ser un animal, dijo, yo lo pelo porque mis hijos están con hambre.
¡Ay! Pelame bien, ay pelame bien, claren quen, claren quen, que a tu madre bien cun, cun, cun.El señor, todo aburrido y aterrado, pero pues, seguían adelante pues porque el hambre de la familia, así es que cuando la peló:
¡Ay! Despresame bien, ay despresame bien, claren quen, claren quen, que a tu madre bien cun, cun, cun.
Así, pues primero la despresó, la echó a la olla y cuando en la olla:
¡Ay! Aliñame bien, ay aliñame bien, claren quen, claren quen, que a tu madre bien cun, cun, cun.Dice la mujé: yo no voy a comer eso, los hijos tampoco, yo no voy a comer eso, cómo es que ese animal después de tanta cosa, está hablando. Bueno, él cocinó su comida, se sirvió.
¡Ay! Servime bien, ay servime bien, claren quen, claren quen, que a tu madre bien cun, cun, cun.Se sirvió el señor, se sentó a comer.
¡Ay! Comeme bien, ay comeme bien, claren quen, claren quen, que a tu madre bien cun, cun, cun.¡Ay! Virgen del Carmen, se la comió. Cuando ya se la comió:
¡Ay! Ahí colgá tu maca, ay ahí colgá tu maca. Claren quen, claren quen, que a tu madre bien cun, cun, cun.
¡Ay! Acostate bien, ay acostate bien, claren quen, claren quen, que a tu madre bien cun, cun, cun.Todo lo que le decía, así que fue y se acostó el señor, y…
¡Ay! Maquiate bien, ay maquiate bien, claren quen, claren quen, que a tu madre bien cun, cun, cun.El señor se maquió, se maquió, se maquió, se maquió, se maquió, hasta cuando ya le dijo:
¡Ay! Ya voy a salir, ay ya voy a salir, claren quen, claren quen, que a tu madre bien cun, cun, cun.Cuando vio jue que pluuuuuun se le explotó la barriga y salió el ave volando y el señor, quedó ahí, muerto.
Código: CLTC 573N
Año de recolección: 2010
Departamento: Cauca
Municipio: Timbiquí
Tipo de obra narrativa: Cuento
Informante: Hipólita Angulo
Edad informante: 60
Recolector: Baudilio Revelo Hurtado, Camilo Revelo González y Carolina Revelo González
Fuente: Libro
Título de la publicación: Cuentos para dormir a Isabela. Tradición oral afropacífica colombiana
Año de publicación: 2010
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