Murió mi madre, ay de mí;
como hijo debo llorar,
pues nunca vuelvo a encontrar
prenda como la que perdí.1
Yo no he visto otro dolor
en el mundo que le iguale
como el dolor de una madre
para el hijo es sinsabor;
dame un consuelo Señor,
ya murió de quien nací;
ya murió a quien yo le dí
tantos desvelos en criarme,
a esta debo encomendarme
murió mi madre, ¡ay de mí!2
Vino la Parca atrevida,
a dejar mi madre airada
le fue quitando irritada,
los instantes de la vida;
dónde otra madre querida
no la volveré a encontrar;
ella sí me supo criar
y como a hijo me quiso
y loco ‘e perder el juicio
cómo no debo llorar.3
Ya mi madre falleció,
oh Dios mío, qué desespero
pero vuelvo y considero
que para morir nació;
y que me puedo hacer yo
si la muerte es natural;
el que fuere racional
esta razón me dará;
en lo que perdido está
cuándo lo vuelvo a encontrar.4
Y a mí no me satisface
el amor de otra mujer,
aunque sienta placer
con el de madre no nace;
porque a mí no me complace
el que me quieran así.
Dios mío qué será de mí
con este amor inseguro
¿dónde consigo en el mundo
prenda con la que perdí?
Código: CLTC 350N
Año de recolección: 1953
Departamento: Magdalena
Municipio: Manaure
Tipo de obra narrativa: Romance
Informante:
Edad informante:
Recolector: Samuel Jaramillo Henao
Fuente: Artículo de revista
Título de la publicación: El canto popular en el Magdalena
Año de publicación: 1953
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