Camina la Virgen pura
del Egipto para Belén,
en la burrica mansa,
que le compró San José.
Lleva el niño entre sus brazos
y el Santo camina bien.
En el medio del camino
el niño tenía sed.
–No pidas agua, mi niño,
no pidas agua, mi bien;
que los ríos vienen turbios
y no se pueden beber.-
Más arriba, en aquel alto,
hay un rico naranjal;
que el hombre, que lo cuida,
es un hombre que no ve.
–¡Por Dios pido, buen viejo,
que así Dios te deje ver,
que me des una naranja,
que mi niño tiene sed!
–Entre usted, señora, y coja,
lo puede embellecer.–
La Virgen como prudente
se cogió tan solo tres.
Una se la dio a su niño,
otra se la dio a José,
otra se quedó en la mano,
para la Virgen no ve.
El niño, como era niño,
no se sabe de coger.
Por una que coja el niño,
cien vuelven a florecer.
Camina la Virgen pura
y el viejo comienza a ver.
–¿Quién ha sido esta señora,
que me ha hecho tanto bien,
que me ha dado luz en los ojos
y en el corazón también?–
Era la Virgen María,
que ha venido a Belén.

 

Código: CLTC 125N

Año de recolección: 1961

Departamento: Cauca

Municipio: Popayán

Tipo de obra narrativa: Romance

Informante:  Gloria Mosquera

Edad informante: 11

Recolector: Gisela Beutler

Fuente: Libro

Título de la publicación: Estudios sobre el romancero español en Colombia en su tradición escrita y oral desde la época de la Conquista hasta la actualidad

Año de publicación: 1977

 

 

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