Había una vez un par de viejitos casados, muy rezanderos y buenas personas.

Un día que los viejitos fueron al pueblo, la abuelita pasó por frente de la iglesia y el curita cuando la vio la llamó y le dijo:

—Si usted quiere traer cualquier cosita, bien puede, que Dios más tarde la recompensará con algo más grande.

Eso le dijo el curita y ella que era tan buena, muy contenta se lo contó al viejito, también muy bueno. Por eso dijo él:

—Si así es, mijita, vamos y le llevamos la vaquita que es lo único que tenemos y es la que nos alimenta.

—Pero eso no importa, contestó la viejita.

Fueron ambos donde el curita muy contentos a llevarle la vaquita. El los recibió muy contento y les repitió que Dios los recompensaría con algo más grande.

El curita hizo llevar la vaquita para un potrero en donde había más ganado. Y allí quedó la vaquita. Pero como los animales acostumbran embestir y molestar al animal nuevo que llega, los que había en el potrero comenzaron a molestar a la vaquita, que al fin encontró o abrió un paso para salirse del corral. Se salió la vaquita. Y detrás de ella, que aprisa corrió hacia la casa de los viejitos, se salieron detrás otros animales.

Llegó la vaquita a su comedero seguida de otros animales. Al ver esto los abuelitos dijeron:

— ¡Qué felicidad! ¡Por fin Dios nos recompensa con algo más grande! ¡Nos ha devuelto la vaquita con estos otros animales! ¡Volveremos a ayudar a nuestro curita!

 

Código: CLTC 597N

Año de recolección: 1980

Departamento: Cundinamarca

Municipio: Fómeque

Tipo de obra narrativa: Cuento

Informante:  Martha Almanza Varela

Edad informante:

Recolector: José Antonio León Rey

Fuente: Libro

Título de la publicación: Cuento popular andino

Año de publicación: 1985

 

 

Recommended Posts

No comment yet, add your voice below!


Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *