Se trata de un campesino que solía traer al mercado de Barranquilla el producto de sus cosechas, cuando las carreteras actuales eran aún caminos transitados con dificultad por los asnos cargados o los carros de mula, provenientes de los pueblos vecinos, y a quien -según un pariente suyo que me relató la leyenda­ se le ofreció la oportunidad de atrapar una bruja más.

Aprovechando el fresco de la madrugada y las ventajas de los clientes que se levantaban temprano, llegaba a la ciudad entre las cuatro y cinco de la mañana; esos viajes, practicados en la época de la recolección, eran a menudo dos en la semana.

Uno de esos días, al filo de la media noche, experimentó una sacudida extraordinaria al asustarse el mulo en que venía; tan fuerte fue, que casi da con él en el suelo. Sorprendido comenzó a otear los alrededores; a unos treinta metros hacia adelante, y en una pequeña curva del camino, vio un ataúd en el suelo con tres velas a cada lado. Acostumbrado como estaba a esta clase de sorpresas, desenfundó un largo machete, que jamás abandonaba en estos viajes y que terminaba en una especie de cruz en la parte superior, y lo puso sobre la caja mortuoria; luego encendió un tabaco y se sentó a su lado.

Como a las cuatro de la mañana, inmediatamente después de haber rezado la oración de San Silvestre, el ataúd comenzó a moverse; las velas se apagaron y una sombra, cuya forma no pudo determinar, se le acercó y le dijo en tono suplicante: suéltame, te lo ruego por tu madre; suéltame; mira que ya comienza a amanecer y debo estar en la casa para que mi marido no se entere de que he pasado la noche fuera. Juro que mañana volveré.

Ante tales súplicas -este hombre todo coraje- levantó el machete y le dijo: te doy libertad, pero te espero mañana. La sombra se convirtió en un pato blanco que, al emprender el vuelo comenzó a reír: cuáj, cuáj, cuáj… hasta que desapareció en la oscuridad.

Tengo entendido -me dijo el relator de esta leyenda- que mi pariente volvió tres noches consecutivas, pero la mujer jamás cumplió la cita.

 

Código: CLTC 297N

Año de recolección: 1948

Departamento: Atlántico

Municipio: Barranquilla

Tipo de obra narrativa: Leyenda

Informante:  Pariente del campesino de la historia

Edad informante:

Recolector: Carlos Angulo Valdés

Fuente: Artículo de revista

Título de la publicación: Las leyendas de la costa

Año de publicación: 1948

 

 

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