Para el “terremoto grande” (nombre que se le aplica en Chocó al maremoto de 1906) Conejo perdió su casa. Triste por no tener posada segura, llegó donde Tigre que, al ofrecerle alojamiento, le dijo con zalamería:

-Mi casa está a sus órdenes, sobrino. No faltaba más. Me dolió mucho cuando supe que había perdido la suya, hecha con tanto esmero, tan bien dispuesta y mejor adornada. Pero benditas sean las disposiciones de Nuestro Señor. Al fin puedo servirle en algo. Pero éntrese para adentro, que su prima está esperándolo.

Pero Tigre no era sincero. Deseaba comerse a Conejo desde hacía varios días. Con la llegada del sobrino tenía la oportunidad. Para engatusarlo (engañarlo) sacó una botella de aguardiente, comentando:

-Tomémonos esto, sobrino, mientras está la merienda. Con estos fríos que hacen, no nos sentará mal. Puesto que usted ya me conoce, la cena será pobre, pero la doy con gusto. Este traguito me sobró de la confirmación de esa brinca pal cielo (juguetona, traviesa) que tanto da que hacer en este rancho.

A la hora de la comida, volvió Tigre a decir:

-La sopita de hoy es una guache (sopa de arroz, con carne o queso, salmón, sardinas, etc.) de carne palito (carne de res seca al sol) traída de Cartagena. Me hubiera alegrado darle una cosita mejor, pero no tenía idea de su llegada. Con lo esquivo que se ha puesto… Pero para ajustar he dado orden que hagan unas majajas (arepa de maíz seco) para que no se sienta desfraudado. Con el hambre que debe tener…

Pasada la cena vinieron los recuerdos. Aparecieron las escenas de los años mozos, la historia de la guerra civil, los viajes a Panamá en buques contrabandistas, las minas de San Pablo Adentro, las conquistas amorosas. Cansado Conejo, preguntó dónde iba a dormir. Para ser más claro, agregó:
-Con usted no ha de ser, tío. Usted gusta dormir encaramado, y yo, francamente, como estoy de molido, no sirvo para talanquera (cuerda o palos cruzados donde se pone a secar la ropa). ¡Tan mal enseñado que lo dejó mi tía!

-¡Ángela María! (exclamación que indica asentimiento), respondió Tigre. Usted adivina muchas cosas, sobrino. Pero no se preocupe. Usted dormirá con mi hija. Se la entrego por esta noche, ya que lo sé respetuoso. Por algo han dicho que perro no come perro. Esa es su propia sangre. Sólo que es costumbre en mi casa amarrarle la cabeza a mi hija con un pañuelo blanco, siempre que va a dormir con un extraño, y ponerla en el rincón de la tarima. Precauciones son estas, sobrino, que vienen de mis abuelos y que todavía yo conservo.

Así se hizo. Sin embargo, Conejo, una vez se durmió la Tigrilla, le desató el pañuelo y se lo colocó él, pasándose luego al rincón de la cama.

Al primer gallo, Tigre se levantó a punta de uñas a matar a Conejo. Tocó la cabeza de los que dormían y dio un manotazo sobre su propia hija, creyendo que era su sobrino. Con el golpe, despertó Conejo que, de un barquinazo (brinco de emoción o de susto) se puso de pies, se ajustó la pampanilla y anunció que se iba a dar parte a la policía para que prendiera a su tío. Aturdido Tigre por lo sucedido, respondió llorando:

-Deje de ser bocón, sobrino. No me denuncie. Pago su silencio con el orito que tengo, con este rancho, con tres puercos, con el maizal de la isla, con el bongo (canoa grande) de jenené que me trajeron ayer por haber salado (dañado por medio de brujería) la casa de Cucaracha. Yo no quise cometer este crimen intencionalmente. Deseaba espantarles los chimbilacos (cierta clase de murciélagos, abundante en los ríos del Chocó) que aquí no dejan dormir bien. Como el berrenchín (olor fuerte a orines) atrae a esos malditos, tenía que proceder de esta manera. Arrieros somos, sobrino. No me haga ir a la guandoca (cárcel) por esta marimacha (mujer parecida a hombre) que ni mija sería…

Conejo, espantado por lo sucedido, salió huyendo en busca de las autoridades.

 

Código: CLTC 429N

Año de recolección: 1960

Departamento: Chocó

Municipio: Río Iró

Tipo de obra narrativa: Cuento

Informante: 

Edad informante:

Recolector: Rogerio Velásquez M.

Fuente: Artículo de revista

Título de la publicación: Leyendas y cuentos de la raza negra

Año de publicación: 1960

 

 

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