Tigre y Conejo se presentaron en una reunión en donde estaban todos los animales. Cuando Tigre se emborrachó, pensó comerse a muchos de sus amigos, empezando por su sobrino. Algunos fiesteros protestaron con timidez. Alguno dijo:
-Vea, tío: la precipitud trae cansancio. No se desmande. Si quiere algo para picar lámbase a Cucaracha que anda por los rincones, o a Anance, que es un pobre diablo. Pero empezar por Conejo…
La Ratona apuntó calmadamente:
-Es muy grave lo pensado, tío. No se olvide que el que busca, encuentra. Con los hombres que hay aquí, usted tiene que pelar: muchos cocos…
-Además… El que está libre no se aprieta, refunfuñó Hormiga, hablando con Zancudo.
-No se meta, tío, agregó Piojo. Hoy puede sobrarle papayo (equivocarse)…
Pero Tigre no oía razones. Con hambre de carne humana se lanzó tras Conejo que se metió por un agujero y salió al otro lado sano y salvo. Tigre intentó hacer lo mismo, pero se quedó del cuello, agarrado en la hendidura. Conejo se le puso al frente y comenzó a decirle:
-Usted quería comerme hace tiempo, pero hoy me toca a mí cobrarle las verdes y las maduras, chupándomele la sangre.
Lo haré calmosamente. Haré blanda su carne a punta de fuego y de candela. Mucha parte de su cuerpo lo ahumaré para los días que se aproximan. En mayo y junio permaneceré en casa ruñendo (royendo) sus canillas y los güesos de su cabeza…
-La fiesta va a seguir por mi cuenta, dijo Guatín. Sobre su cadáver pondremos las totumas, los calabazos y los cántaros de chicha. Con sus dientes haremos candongas (aretes, pendientes) para nuestras mujeres. Al fin, con su muerte, vamos a respirar, tío Tigre.
-Con sus bolas jugaremos fútbol, agregó la Ardilla. Con sus barbas amarraremos nuestros potros (canoas), sin importarnos el dolor de Tigra, a quien usted quería tan poco…
-Su cuero servirá para hamacas y zurrones para guardar anzuelos, plomos de atarrayas, tacos de escopetas, brea, interrumpió Perico. Ha sido malo con nosotros, y nos las va a pagar…
-Tómese el último trago, volvió a decir Conejo. Ya están arreglando la candela donde será pelado con cuidado. Tocando en su concha está Armadillo, y Tortuga suena su caparazón como tambora. Por nuestro Señor Jesucristo, prepárese que va a morir sin confesarse…
El Tigre se largó a llorar. Pidió perdón por todos los males cometidos, prometió enmendarse, firmó caución de buena conducta… y lo sacaron de su prisión.
Código: CLTC 397N
Año de recolección: 1955
Departamento: Chocó
Municipio:
Tipo de obra narrativa: Cuento
Informante:
Edad informante:
Recolector: Rogerio Velásquez M.
Fuente: Artículo de revista
Título de la publicación: Cuentos de la raza negra
Año de publicación: 1959
No comment yet, add your voice below!