Un rey tenía tres hijas. [ …] Cuando ya estaban jóvenes, se fue a otra ciudad. Y allá le mandó y le escribió a la primera una carta, mandándola enamorar. Entonces ya no se la contestó. Después le mandó otra, y ya con esa, ya la contestó, que sí lo quería. Después a la otra, y lo mismo hizo. Y allí la manda a la última. Entonces ella no quiso. Y ella no lo quiso … Cuando el papá oyó, que no lo quería, le dijo: –Que si no lo quería, le hacía una casa en el aire y no le daba de comer ni de beber.– … Ella dijo, ¡que bueno, que se la hiciera! Y cuando vino el papá y le hizo la casa en el aire, y allí la metió y no le daba ni de comer, ni de beber … Cuando ella se asomaba al balcón, que daba vuelta del `acey` y decía:

Hermana, por ser en su sala,
convídame un jarro de agua,
que más padezco de sed,
a Dios pienso darle el alma.
Casián el mayor,
puede con casia, no casia,
no entran, no lo sé, ello si está,
me hará, o no me hará.
Entonces, cuando vuelta,
la hermana le contestaba:
–Tate, tate, Doña Elvira,
tate, tate en tu malvada.
¿Por qué no quisiste darle
a mi padre la palabra?–
–Hermana, por ser en su sala,
convídame un jarro de agua,
y ahora sí le pienso
darle a mi padre la palabra.–

Allí ella era, cuando ya el padre así bajó corriendo y le llevó el vaso de agua. Entonces ya se lo bebió. Y cuando ya dijo, que sí la quería, entonces no lo quiso. Y le `metido` golpe, y vuelta la iba a bajar. Cuando después vuelta, o cuando ya tenía sed, volvió a hacer lo mismo. Y cuando la madre vio, que dijo: –Voy a ver, qué este hombre hace con mi hija, él encima.–Cuando subía allí arriba y se escondió detrás de un cuarto. Entonces llegó al último cuarto. Y cuando llegó allá, entonces ya acabó de tomar el agua. Y cuando ya la iba a forzarla, ( … ) le dijo: –Ahá, eso, ¡qué va a hacer con mi hija!–Llegó y la retiró. (…) Le dijo: –¡Muérase usted con su hija, que en su parto maldecía!–Y la encerró en esa casa y entonces se bajó él a su casa. Y de noche ellos vían que esa casa se iluminaba de luces. Y eso eran los ángeles, que se esperaban la madre, para irse ellos al cielo con la mamá y la hija. (…) Cuando ellos vieron, –la hija mayor vio, que esa casa estaba iluminadita de ángeles, que iban bajando ángel por ángel ahí. (. . .) Cuando dijo ella:-Papacito, venga a ver, ¡cómo está la casa de mi hermana iluminadita de luces!– Entonces le dijo el padre: –Que eso era, que eso era mentira, que la casa de ella (i.e. la hermana mayor) sola estaba llena de luz.–Y cuando ellos vieron, que eso en donde ellos estaban, se llenó de agua; y se volvió un agua. Y se fueron al infierno. Y ellas se fueron al cielo.

 

Código: CLTC 247N

Año de recolección: 1961

Departamento: Nariño

Municipio: Barbacoas

Tipo de obra narrativa: Romance

Informante:  Feliciana Arizala

Edad informante: 16

Recolector: Gisela Beutler

Fuente: Libro

Título de la publicación: Estudios sobre el romancero español en Colombia en su tradición escrita y oral desde la época de la conquista hasta la actualidad

Año de publicación: 1977

 

 

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