Para salir a caminar, Guatín buscó por compañeros a Gato y Perro. Se embarcaron en una canoa grande y se echaron río abajo.

La primera posada era un pueblo habitado por Tigres. Bajando hacia el caserío, Ñeque y sus amigos dieron con uno muerto sobre la playa. Le cortaron la cabeza y siguieron adelante.

Guatín, que había pedido permiso para hacer la cena, ordenó al Gato a que sacara de la guambía (mochila de cabuya) fiambrera la cabeza del Tigre para hacer el guarrú (sopa de arroz). Los dueños de la casa, al oír y ver sacar, con todos sus pelos y señales, la cabeza de uno de los macucanes (notable por algún sentido, fuerte, fornido) del poblado, se pusieron tristes. Fue el momento aprovechado por Guatín para decir a sus compañeros:

-En la mitad de la noche yo los aguijaré con estas palabras: “¡Adelante, muchachos! ¡Adentro, que yo he sido tigrero viejo!” Ustedes saldrán ladrando monte adentro, en tanto que yo grito y disparo.

Así se hizo. Con esta treta los Tigres huyeron, y los viajeros, bien agasajados por los habitantes del contorno, siguieron su viaje, felices y contentos.

 

Código: CLTC 387N

Año de recolección: 1955

Departamento: Chocó

Municipio:

Tipo de obra narrativa: Cuento

Informante: 

Edad informante:

Recolector: Rogerio Velásquez M.

Fuente: Artículo de revista

Título de la publicación: Cuentos de la raza negra

Año de publicación: 1959

 

 

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